La verdad es que llevaba algún tiempo pensando en crear una actividad de este tipo en una biblioteca. Y finalmente, pude realizarlo gracias a la directora y a mi compañera, que me dieron vía totalmente libre para la creación del mismo. De hecho, ellas fueron las participantes en la prueba piloto de esta actividad.
Empiezo por los resultados obtenidos:
- Muy buena aceptación por parte de los usuarios infantiles de la biblioteca. Han participado, entre las diferentes sesiones, niños y niñas de 8 a 12 años.
- Demanda expansiva de los usuarios a realizar más actividades de este tipo. Se han apuntado niños de otras poblaciones cercanas a Sabadell.
- La historia funciona tanto para adultos como para público infantil y juvenil. Aunque era una actividad pensada inicialmente para niñas y niños, la prueba piloto la realicé con adultos y funcionó correctamente.
- Complicidad con los participantes. A los que ya habían realizado la actividad, les pedí que no comentaran las pruebas ni los enigmas, ya que otros participantes debían realizarlos con posterioridad. Aunque en el diseño de la actividad este dato ya estaba previsto (el escondite de la llave variaba en todas las sesiones), los participantes respetaron esta norma y creó mucha más expectación.
Para empezar
Lo primero fue pensar y crear una historia con un poco de misterio. Se me ocurrió lo siguiente: Una antigua sala de cine, regentada por un señor que amaba su trabajo. El propietario de la sala vende el edificio pero el trabajador se encierra en ella con la llave dentro. No permitirá que sea destruido «su cine» y promete que nunca saldrá de ella ni dejará salir jamás a todo aquel que entre.
Con esta premisa, los participantes deben encontrar la llave que les permita escapar de la sala donde están encerrados.
En segundo lugar fue crear la ambientación con el material del que disponíamos en la biblioteca y acondicionarlo como una sala de cine. El resultado fue el que os muestro a continuación:
Para continuar
Una vez creada la historia con las pistas y acertijos para encontrar la llave, montado el escenario y realizada una prueba piloto, debíamos crear expectación.
Para ello, y como el número de participantes por sesión era limitado a 8 personas, creamos una tarjeta invitación para los participantes. Las repartimos a los primeros niños y niñas diciéndoles que era un secreto, que solo se lo podían decir a sus padres, madres o tutores y que sin la invitación no podrían participar. Posteriormente, pudimos comprobar que se creó entre nuestro público un secreto a voces!
Para finalizar
Se hicieron varias sesiones en diferentes días, probando distintas combinaciones de edades. Todas ellas fueron bien, siempre que el GameMaster (yo mismo) dirigiera a los participantes.
Es impresionante las historias que se crean dentro de la sala en plena actividad. La fantasía en la mente de los niños y niñas no tiene límite. Realmente se llegan a crear historias paralelas con la finalidad de lograr resolver los enigmas y superar las pruebas.
En definitiva, una actividad muy recomendable y adaptable a diferentes públicos donde nuestros usuarios deben ejercitar estrategias y trabajo en equipo para resolver un misterio en el que ellos mismos se encuentran inmersos.
He de decir que me siento orgulloso de los resultados obtenidos y que, en un futuro, me gustaría montar otro escape room, el cual ya va rondando por mi cabeza.
Juan Francisco Sánchez-Aguililla Gámez 